domingo, 24 de septiembre de 2017

Especial Ramen (II): Ramen "Ibérico"

Como lo prometido es deuda, aquí está la segunda parte de esta magnífica receta de la gastronomía japonesa. Otro de los grandes alicientes de la Sopa Ramen (además de su sabor y calidez) es su inmensa variedad de posibles combinaciones de ingredientes. Se puede hacer ramen básico de dashi, de pollo, de cerdo, de vegetales, de pescado, combinar dos de ellos... ¡es un plato del que nunca se cansa uno!
En esta ocasión a mi alocada cabecita se le ha ocurrido el darle unos toques más nuestros, más de España, así que como carne de cerdo he usado un lomo ibérico y panceta a la plancha y para el caldo base he utilizado gallina, puerro y huesos de jamón ibérico de cebo. Por lo tanto, lo he bautizado como "Ramen Ibérico".


El resultado es espectacular, y a menos que tengáis proyectado viajar en breve a japón o ir a algún restaurante de ramen, sin duda la mejor opción que os queda es preparar el plato en casa. Mucho trabajo en las preparaciones, sin duda, pero merece la pena.

Bueno, como ya preparamos lo básico en la anterior entrada: Especial Ramen (I): Preparaciones base, vamos con la receta final que os llevará al paraíso de los sabores.

Ingredientes (para 1'3 litros de caldo más o menos):

  • 1 litro de caldo base.
  • 120 ml. de sake para cocinar.
  • 90 ml. de salsa de soja.
  • 15 gramos de azucar moreno (yo he usado mascabado).
  • Una cucharada de aceite de sésamo.
  • 1 diente de ajo rallado o triturado.
  • 50 gramos de fideos secos para ramen por persona.
  • Para el topping (por persona):
    • 2 rodajas de narutomaki.
    • 2 trozos de lomo ibérico cocido en el caldo base (lo cortaremos mejor en frío).
    • 2 trozos de panceta fresca.
    • 1 huevo marinado.
    • 1 pieza de pak-choi (nos valdrá para 2-3 personas).
    • Un ramillete de cebollino.

Preparación:
  • Comenzaremos por escaldar el pak-choi, para ello pondremos agua a calentar en una cazuela y cuando hierva echamos el pak-choi y lo dejamos durante 3-4 minutos. Inmediatamente lo sacamos y lo echamos en un recipiente con agua fría y hielo. Escurrimos y reservamos. Las hojas han de estar de un verde intenso.

  • En una plancha bien caliente cocinaremos la panceta y marcaremos el lomo para calentarlo. Reservamos.

  • Ponemos a calentar en una cazuela el caldo base que teníamos ya preparado y desgrasado (veréis que recupera enseguida su estado líquido con el calor). En un bol ponemos la mezcla que hará de sazonador: salsa de soja, sake, aceite de sésamo, azúcar moreno y ajo rallado. Mezclamos bien para que se disuelva el azúcar y añadimos al caldo caliente (veremos que se oscurece un poco por la salsa de soja) y dejamos que cueza a fuego medio unos 5 minutos, es importante que esté bien caliente cuando lo añadamos al cuenco, de modo que podemos mantenerlo a fuego mínimo hasta que lo usemos. A la vez pondremos otra cazuela a calentar con agua para cocer los fideos.


  • Cuando hierva el agua echaremos los fideos y los cocemos durante 4 minutos. Los sacamos, escurrimos y los refrescamos bajo el grifo de agua fría para parar la cocción. Añadimos los fideos al cuenco donde vayamos a servir nuestro plato.
  • Cortamos el pak-choi en trozos de 3 cm., el cebollino en tiras de 2 cm. y el huevo por la mitad.
  • Vertemos el caldo bien caliente al cuenco donde tenemos los fideos hasta casi cubrirlos. Añadimos las piezas de carne dejando sitio para el resto del topping.

  • Ponemos las piezas de narutomaki, las mitades de huevo marinado y unos trozos de pak-choi.
  • Remataremos el topping con el cebollino en tiras cortas y espolvoreamos con sichimi togarasi (una mezcla de especias chinas, aunque yo no me acordé de comprarlo y lo he rematado con copos de cayena, que también vale perfectamente).

¿Y esto cómo se come? Pues con ayuda de palillos y cuchara, sorbiendo los fideos para que el aire oxigene los sabores y volcando el cuenco para no dejar ni gota. Y si lo acompañamos con un cuenquito de sake atemperado (no el de cocinar, uno un poco mejor) ya tendremos la experiencia japonesa al completo...pero con nuestro toque ibérico. Animaros a hacer esta receta, de verdad que merece la pena.
Por cierto, el caldo que os sobre lo podréis congelar sin ningún problema, de modo que para la siguiente vez que os animéis a hacer ramen tendréis una buena cantidad de trabajo adelantado.

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