martes, 14 de noviembre de 2017

Galletas "Crinkles" de Chocolate y Avellanas

Hoy vamos a darnos un capricho de los buenos, y como todo capricho que se precie, tiene que tener chocolate, jejeje. La receta de hoy vale lo mismo para un desayuno, una merienda o un simple bajón de humor... ¡vamos, que vale para todas las ocasiones! Se tratan de unas Galletas "Crinkles" de Chocolate y Avellanas que os van a encantar seguro.



Son una galletas con aspecto agrietado (esa es la traducción de crinkle en inglés) de chocolate espolvoreadas con azúcar glas que son crujientes por fuera y esponjosas por dentro. A estas las voy a añadir avellanas, que así disfrutaré una de mis combinaciones favoritas (chocolate y avellanas) ya puestos a darme un capricho.

Con las cantidades que os pongo salen aproximadamente unas 25-30 galletas.

Ingredientes para unas 25-30 galletas:

  • 200 gramos de chocolate para postres (70% de cacao o más).
  • 125 gramos de harina de trigo.
  • 75 gramos de avellanas molidas (si no queréis ponerlas por temas de gusto o alergias, podéis sustituirlas por la misma cantidad de harina que sumaremos a la que ya tenemos).
  • 100 gramos de azúcar.
  • 60 gramos de mantequilla.
  • 2 huevos medianos (M, que serán los que usemos habitualmente en los postres y dulces).
  • 1 cucharadita de levadura en polvo (levadura química tipo Royal).
  • Una pizca de sal.
  • Azúcar Glas.
  • Una cucharadita de esencia de vainilla (opcional).


Preparación:
  • Para empezar vamos a batir bien en un bol los huevos junto con el azúcar (y la esencia de vainilla si la utilizamos). Batiendo enérgicamente vamos a conseguir que se blanquee la mezcla un poco por la espuma que se crea al entrar aire en la misma, de esa forma conseguimos que sea más esponjoso el resultado. Batimos durante unos minutos para que se disuelva bien el azúcar y reservamos.


  • Ponemos al fuego una cazuela con agua y dentro pondremos un bol metálico donde metemos el chocolate en trozos, la mantequilla y una pizca de sal fina. Veréis que con el calor se van derritiendo y con una lengua de gato (espátula de silicona) iremos ayudando a que se vaya mezclando bien hasta que se haya derretido bien todo y esté integrado por completo. Apagamos el fuego, retiramos el bol y dejamos que se temple para que no cuaje el huevo al mezclarlo.



  • Ahora con cuidado para no perder la burbuja vamos a echar el chocolate derretido con la mantequilla sobre el bol con la mezcla del huevo con el azúcar y mezclamos suavemente.





  • Mezclamos la harina con la levadura y la tamizaremos sobre el bol con la mezcla, moviendo todo bien con la varilla para que se integre y no queden grumos. En caso de que uséis las avellanas molidas, este es el momento de añadirlas y mezclarlas con el resto. Tapamos con papel film y dejaremos en la nevera unas 12 horas (podéis prepararlo por la tarde y dejarlo toda la noche).





  • Cuando saquéis el bol de la nevera veréis que se ha formado una masa compacta. Con ayuda de una cuchara podemos ir sacando una a una cantidad necesaria para ir formando bolitas algo más pequeñas que una albóndiga  (la mitad más o menos), que iremos poniendo en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Hay que dejar suficiente espacio entre las bolitas, ya que luego se aplastan y se expanden a los lados. 


  • Con ayuda de un colador de malla vamos a espolvorear generosamente con azúcar glas las bolitas de la bandeja (podéis en vez de hacerlo así aprovechar el paso anterior y "rebozar" las bolitas en el azúcar como si fuera la harina de unas albóndigas). Tendremos el horno precalentado a 180 ºC y horneamos durante 10 minutos. Es muy importante que la masa esté lo más fría posible antes de meterla al horno, por lo que si es necesario haremos nuestras galletas en varias tandas conservando el resto de bolitas pendientes de hornear en la nevera.

  • Pasado este tiempo sacaremos la bandeja del horno y dejamos enfriar las galletaspara que la capa externa se endurezca (veréis que la capa blanca del azúcar se ha resquebrajado haciendo ese efecto agrietado que da nombre a estas ricas galletas). ¡Listas para devorarlas!


Comprobaréis al morder estas galletas que son crujientes por fuera pero al haber batido bien los huevos y estar la masa bien fría conseguimos un interior esponjoso. Ya véis que no suelo poner muchos dulces en el blog para no abusar de ellos ni tentaros, pero de vez en cuando no viene mal un puntito dulce en nuestras vidas... ¡Y que no falte!

No hay comentarios:

Publicar un comentario