miércoles, 19 de abril de 2017

Patatas a la Asturiana

Bueno, bueno...y diréis: ¿Dónde narices te habías metido, majete? Pues he andado muy liado y poco animado para hacer nada, que he tenido a mi "hijo de cuatro patas" bastante pocho y le he estado dando raciones extra de mimos y a la vez malcomiendo en vez de cocinar en condiciones por no tener ni tiempo ni ánimo para ello. Pero bueno, parece que se va recuperando la fiera y el ánimo va volviendo también a su cauce...

Por ello, y recuperando poco a poco la normalidad y las ganas de seguir disfrutando de la comida, me he decidido a preparar una receta que le va que ni pintada al día de frío viento que hace hoy en Burgos: unas Patatas a la Asturiana, una versión un poco diferente de las Patatas a la Riojana en la que añado unas tiras de panceta y cambio el chorizo normal por chorizo criollo, más especiado y sabroso y que suelta menos grasa. Es una de esas recetas de cuchara que es tan fácil y sencilla que siempre sorprende que tenga resultados tan reconfortantes, sobre todo si se hace en cazuela con su debido tiempo para que el caldo espese y quede meloso, y no en olla exprés. Además, os servirá como plato único sin ninguna duda, pues es contundente.



Vamos a por ello, que ya hay hambre:

Ingredientes para 2-3 personas:
  • 600 gramos de patatas de guisar (peladas se nos quedarán más o menos en medio kilo)
  • 2 choricillos criollos.
  • 150 gramos de panceta fresca (aunque si os gusta adobada, con lavarla bien o tenerla unas horas en remojo para que no sale demasiado nos valdría).
  • 2 dientes de ajo.
  • Media cebolla o una cebolleta mediana.
  • Medio pimiento verde de freir.
  • Media cucharada de pimentón ahumado de la Vera (dulce o picante o un poco de los dos, al gusto).
  • Medio vaso de vino blanco.
  • Aceite de Oliva Virgen Extra.
  • 1 hoja de laurel.
  • Perejil.
  • Sal.


Preparación:
  • En una cazuela pondremos a calentar un poco de aceite de oliva (muy poquito, ya que la panceta soltará su grasilla) y echaremos la panceta cortada en tiras pequeñas como de 1 cm., la cebolla y el pimiento troceados y el ajo en láminas. Sofreímos a fuego fuerte hasta que se dore todo bien.


  • Añadimos la hoja de laurel, las patatas "lascadas" como os expliqué en mi receta de Marmitako de Bonito y salamos ligeramente (luego rectificaremos si es necesario, pero en principio echamos poco ya que el chorizo también aportará sal al guiso). Removemos bien. Echamos un poco de pimentón al gusto y el vino blanco. Removemos y dejamos que rehogue unos 5 minutos para que evapore el alcohol.

  • Añadimos el chorizo en rodajas, cubrimos con agua y cuando hierva bajamos el fuego y dejamos cocinar a fuego suave durante una hora removiendo de vez en cuando para que la fécula que van soltando las patatas no se nos "agarre" al fondo. Si veis que se hace espuma, no os preocupéis se irá quitando sola a medida que vaya guisando. A mitad de cocción comprobaremos el punto de sal.



  • Pasado este tiempo, pinchamos las patatas con un cuchillo para ver que al levantar el cuchillo la patata caiga de nuevo a la cazuela, señal de que están bien hechas. Os lo enseño en el vídeo:

  • Apagamos el fuego y si nos ha quedado algo de espuma la quitamos con una espumadera (aunque no suele ser así). También podemos con una cuchara quitar el exceso de aceite que haya en la parte superior del guiso. Picamos un poco de perejil fresco, lo añadimos a la cazuela y removemos.



Listo para servir en plato hondo y decorar con un toquecito de perejil picado encima, que también le dará un poco de aroma fresco. Cachico de pan de maíz, culín de sidriña...y a disfrutar de algo tan sencillo como un buen plato de cuchara caliente y bien sabroso en nuestra mesa en estos días en los que aún no disfrutamos de temperaturas demasiado altas.
Como veis, bien sencillo y sin ninguna complicación ni de ejecución ni de técnica, además de económico. En unos pocos días os traeré otra receta de lujo para compensar el haberos tenido tan "abandonados" estas semanas. ¡Sed felices!

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